Pages - Menu

lunes, 28 de octubre de 2013

Cumpleaños Feliz pekes!!!!


¡¡¡Hace una semana el enano hizo un añilo y hoy la peke hace tres años!!!

Cómo pasa el tiempo. Parece increíble que ya hayan pasado tres años desdeque me estrené en eso de ser mami y sigo igual de novata con algunas cosas.

Cuando salimos por la calle me llevo mil y un cacharros, como si nos fuésemos a una isla desierta y no pudiésemos encotrar de nada. Y a veces sólo me voy dos o tres horitas a casa de mis padres, que tienen de todo: juguetes, pañales, baberos, comida... y yo erre que erre, cargando con la bolsa hasta el tope que no cabe ni una aguja. Cuando llego a casa me vuelvo a decir a mi misma: Mira la bolsa ha salido a pasear y no la he abierto ni una sola vez para coger nada.

Pero a la siguiente vez lo mismo... Hoy hemos ido a la revisión del pediatra con los dos y nos ha acompañado la bolsa, con cinco pañales, un paquete de toallas, una ropa de recambio para cada uno, dos botellitas de agua, un biberón, unas tiritas, dos paquetes de galletas, dos plátanos, un estuche con colores y un cuaderno para pintar. Hemos utilizado el cuaderno, los colores y nos hemos comido los plátanos... Así que me he vuelto a decir a mi misma... Gilipollas!

Con otrs cosas ya he cogido más práctica: sentarlos en la silla del coche como flash, vestirlos a tope, cambiar pañales, preparar comidas express, no hacer caso cuando lloran porque sí, y una cosa que parece que no pero les pasa a muchas mamás de mi alrededor.

Cuando llega la franja de las siete y media, y las ocho y media de la noche... ¡¡¡llega la histéria!!! Parece que llevan un reloj interno. Hora de bañitos, cenas, pipas y cama. Si llegan a esa hora y no hemos empezado con la rutina o estamos fuera de casa por lo que sea... ya la tenemos armada. Se tiran por el suelo, lloran, gritan, pegan, ... nada! que a ver hasta cuánto aguanta la mami antes de ponernos a todos firmes.

La verdad es que intento llevarlo lo mejor posible, pero la prueba es muy dura y si estás en casa nada, pero a la que estás fuera de casa... Lo pasas fatal y no sabes dónde meterte. Sólo piensas en pasar la hora crítica y que se duerman o que se queden tranquilos, pero esa dichosa hora es mortal!

En estos años he aprendido también ha hacer más caso de mis instintos que de escuchar los consejos gratuitos que te dan, que como una madre nadie conoce a sus hijos, por mucho que lo intenten. Te dicen haz esto o lo otro, o incluso las personas más cercanas te dicen que no debes ser tan estricta o tan tolerante... Todos los que somos padres sabemos que esto de educar es muy difícil y como dice mi hermana frikimami, no vienen con manual debajo del brazo.

En casa tenemos a la peke que tiene sus momentos, como todos, pero se levanta cantando y se va a la cama cantando. Siempre hace caso y desde muy pequeña se distrae sola. Es calmada y muy vivaracha, habla por los codos y siempre tiene algo que contar para sacarnos una sonrisa. Y el enano desde que nació ha llorado, y mucho. Se despierta llorando, llora durante el día y cuando se va a dormir lleva un tiempo que casi no llora. Es muy movido y se tiene la lección bien aprendida en cuando al chantaje emocional. A veces llora o protesta simplemente porque su hermana está en el sofá leyendo un cuento y pasa por al lado a coger otro, no se sabe entretener solo y siempre quiere ser el centro de la atención de todas las movidas. Mientras él esté en danza le va bien. Ahora cuando llegamos a casa y ve que sólo estoy yo para los dos... ya no le va nada bien.

Con la comida a la peke le costó mucho comer y gracias a Dios ahora ya come de todo y al enano que ya come de todo desde hace tiempo y le encanta comer. Lo peor de todo es cuando alguien cercano o no te dice: Qué niño más bueno que te ha salido, en cambio que nena más movida que tienes. A lo que le respondes con una sonrisa y un buen mordisco en la lengua y pensando: llévatelo unas horitas y luego me cuentas.

Pese a todo los amo con locura a los dos. A mis pejes que no los cambio por nada en el mundo y los quiero más que a nada. ¡Mis pequeños grandes amores! Es lo mejor que hemos podido hacer el bicho y yo.