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lunes, 15 de julio de 2013

¿Por qué nos hacen eso?

Llevo unos días observando el comprtamiento (fuera de lugar) de la peke y de las pruebas que nos va poniendo, hasta ver dónde puede llegar. Lleva una semana más o menos así.

Hoy por ejemplo, la he ido a buscar a la escuela infantil y antes de irlos a buscar (peke y enano) les he preparado en la terraza de casa una serie de cosillas para hacer esta tarde con ellos: cartulinas, pinturas de dedos, agua, papel de seda, gomets, ... una tarde diferente y divertida.

Nada más lejos de la realidad. Hemos llegado a casa y ha merendado viendo Peppa Pig. Al terminar el episodio, le he propuesto ir al baño y ponernos a pintar los tres juntos en la terraza, porque les había preparado cositas para hacer. 

Y entonces han empezado las protestas. Nooooo!!! ha empezado a chillar, cuando no quería ir al baño, con lo que he contestado que si no iba al baño no podríamos pintar. Entonces ha cedido y hemos ido. Antes de empezar con los talleres manuales, le he dejado bien claro que la pintura sólo encima de la cartulina y por ningún sitio más. Ella ha contestado que si y ha empezado con sus tonterías: ahora quiero pintar con pincel, ahora con las manos, luego vuleta al pincel, vuelta a las manos y entremedias pongo a prueba a mi madre haciéndola sufrir a ver si pinto la silla y chinchando a mi hermano. Uff qué paciencia!

Luego al ver que las actividades y cositas que había preparado no le gustaba o no quería hacerlas he decidido esconderlo todo en su sitio. En el tiempo que recogía ha empezado la Marimorena: cojo la ropa tendida limpia del tendedero y la tiro al suelo mientras la piso, luego veo a mi hermano sentado en el suelo jugando tranquilo y me meto encima de él y le quito los juguetes, me caigo y lloro como si me hubiera caido de un quinto, ... y una detrás de la otra y sin parar.

Cada vez parecía que entrábamos todos en una olla a presión a ver hasta cuando puedo estirar hasta que el pitorro de la olla presión rebiente. Un comportamiento increible, sin hacer caso a nada. Como ya me conoceis he estado pensando las posibles causas: cansancio, sueño, celos de su hermano, rabietas de los dos/tres años, calor, ... He llegado a la conclusión de que era tocapelotillas express.

En un momento de lucidez, le he propuesto jugar con un puzzle imantadod e caritas que tenemos y al menos ha estado 30 minutos tranquila. Pero al pasar este tiempo vuelta a las andadas! Ha llegado el bicho del trabajo, y cómo ya sabía de lo que iba el tema (gracias al whatsapp), no le ha dejado pasar ni una. Pero ha llegado el momento de esplosión del pitorrito de la olla expres, cuando con la mano en la boca se daba arcadas, y se provocaba el vómito. Entonces, y antes de pegarle un guantazo, la he cogido de la mano y la he subido a la cuna del enano, para que no saliera, y que llorara lo que quisiera sin hacerse daño.

Pasado un tiempo el bicho la ha ido ha buscar, haciéndole un sermoncillo sobre su comportamiento. Pero ha seguido igual a la hora de la cena, con lo que se ha ido a la cama, llorando, gritando y pataleando.

Ahora duerme tranquila en su cama, pero a mi me sigue quedando la espinta en el corazón de si es que el problema está en mi, si es que soy demasiado exigente con los pekes o si el problema está en que la manera que tengo de hacer las cosas, repercusiones a los comportamientos fuera de lugar, no funcionan como han funcionado hasta ahora. Pero la verdad es que hoy se tenía ganado un guantazo de los que nos daban nuestras madres cuando nos portábamos mal.

¿Esto es educar?

1 comentario:

  1. Hola "casi hermana" muach mcuah, te he dejado un premio en mi blog, muahc muahc
    http://frikimami.blogspot.com.es/2013/08/aaaaalgoooo-deeee-tiiiiiii.html

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