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viernes, 23 de marzo de 2012

Semana 10: genética pura

Esta semana bimbi está un poco removid@. Ha habido día en los que me encontraba fenomenal y otros en que me hubiera quedado tirada en el sofá todo el día. A ver si dentro de dos semanas que ya estaré de doce, se me van todos estos ascos...


La peke está avanzando de manera espectacular. Psicomotrizmente está muy avanzada y tiene una precisión en los movimientos que me deja pasmada. El movimiento de pinza con los dedos, al que muchas veces no le prestamos atención, es muy importante en los niños pequeños. Parece una tontería pero el coger algún objeto minúsculo con sólo esos dos dedos es tener una precisión muy buena.

Lo de la pinza del los dedos ha llegado más allá. Lleva unos meses que cuando tiene sueño agarra lo que puede entre sus deditos y lo espachurra, mientras se canta una canción, o algo parecido. Y cuando digo cualquier cosa y espachurrar es cualquier cosa: una tela, su jersey, mi pañuelo del cuello y si está encima de alguien le coge su jersey y parte de la piel y pega unos pellizcos que los de las monjas se quedan atrás.

Pero lo más gracioso es que últimamente tiene su cojín preferido. Es uno que tenemos en el sofá y si intentas darle otro te dice "noooo!!! coixí!". Como soy un poco puñetera, a veces la hago rabiar un poco y le voy dando otros cojines hasta que se enfada y le doy el suyo... jijiji.

Pues lo que decía de la genética. Al bicho le gustaba también coger las puntas de los cojines y no sólo cuando era pequeño, sino de mayor también, hasta que harta de coser las puntas de los cojines y que éstos en lugar de cuadrados ya se habían vuelto redondos, le dije que comprásemos cojines nuevos con la condición que no machacara las puntas. ¡Y bien lo conseguimos!

Entonces llega la peke y tiene la misma afición que su padre... las puntas de los cojines y no un cojín cualquiera, noooo, el suyo! Y el otro día ya vi cómo dos de las puntas ya estaban abiertas... Así que volvemos a empezar con el coser y tener cojines redondos.

¡Pues a mi que no me digan que esto no es un factor genético!

3 comentarios:

  1. Que curioso! jajajajaja

    Si es que la genética manda....

    Mi pequeño tiene la manía de tocarle el codo a quien pilla. El codo y la mano, los sobetea a base de bien...

    Adivina quien hacía lo mismo de pequeña.... Jjajajaja

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  2. Jajaja... pues no sé quien lo debía hacer!

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  3. De echo, muchas veces, nos sentamos los dos en el sofa, y nos tocamos las manos mutuamente. Jajajajajaja ¡Un show!

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