Mañana día 29 de Junio es el día del sueño feliz.
Hago referencia a algunos de los blogs que he leído y que gracias a ellos me he enterado de este evento: yo madre, madres cabreadas y construyendo una família.
Así que mamás y papás blogueras y blogueras ayudémonos entre nosotros para hacer que nuestros pekeconsejos nos sirvan para que nuestros hijos e hijas duerman sin miedos y de un tirón. Ellos se merecen lo mejor y nuestra tranquilidad a la hora de dormir se les transmite a ellos y el nervisismo o la intranquilidad de ver o pensar, "a ver cuanto tiempo va dormir esta noche" o "a ver a que hora de despierta mañana?" también lo notan. Esta es una opinión muy personal y no me gustaría que personas muy cercanas que piensan diferente a mi se enfadaran conmigo por pensar así.
Os cuento cómo lo hicimos nosotros, no para daros envidia, sino para compartir una experiencia más. Antes de nada hay que decir que la peke duerme muy bien desde el primer día de vida. La primera noche ya durmió siete horas seguidas. Se lo comenté a las enfermeras del hospital y me regañaron, porque me dijeron que eso nooooo!!!! que debía despertarla para que no tuviera una bajada de glucosa o no sé qué. Entonces a la noche siguiente y con la "L" colgada en en cuello en eso de ser papás a la noche siguiente la despertamos y "HORRRRROOOOOOORRRR!!!!" pasamos una noche fatal. No quería cogerse al pecho y encima se cabreó por haberla despertado.
Se lo comenté al pediatra y me puso un ejemplo muy claro: "A ti te gustaría que te despertaran a media noche y te pusieran un entrecot con su guarnición delante de la cara y te lo hicieran comer todo a la fuerza?" A lo que le contesté con un NO rotundo. Creo que fue ahí cuando inconscientemente decidí (decidimos entre el bicho y yo) que si duerme es que está bien y que todos teníamos que descansar de la misma manera. Al llegar a casa pusimos la cuna Moisés en nuestra habitación al lado del bicho, ya que si se despertaba a media noche para comer, le era mucho más fácil a él cogerla y pasármela.
De ahí pensamos en cómo nos sentimos más a gusto, durmiendo seguros y sabiendo que hay alguien que nos cuida o solos y con miedo? La respuesta fue bien clara. No la acostumbramos a brazos, ni al colecho, primero por su seguridad y por su descanso y luego por nuestro "egoismo" por llamarlo de alguna manera. Además como ya expliqué en esta entrada fue ella la que eligió dormir así. Algún día hubo lloros, está claro, pero no duraron más de unos minutos ya que la peke sabía que estábamos con ella.
Así que mamás y papás blogueras y blogueras ayudémonos entre nosotros para hacer que nuestros pekeconsejos nos sirvan para que nuestros hijos e hijas duerman sin miedos y de un tirón. Ellos se merecen lo mejor y nuestra tranquilidad a la hora de dormir se les transmite a ellos y el nervisismo o la intranquilidad de ver o pensar, "a ver cuanto tiempo va dormir esta noche" o "a ver a que hora de despierta mañana?" también lo notan. Esta es una opinión muy personal y no me gustaría que personas muy cercanas que piensan diferente a mi se enfadaran conmigo por pensar así.
Os cuento cómo lo hicimos nosotros, no para daros envidia, sino para compartir una experiencia más. Antes de nada hay que decir que la peke duerme muy bien desde el primer día de vida. La primera noche ya durmió siete horas seguidas. Se lo comenté a las enfermeras del hospital y me regañaron, porque me dijeron que eso nooooo!!!! que debía despertarla para que no tuviera una bajada de glucosa o no sé qué. Entonces a la noche siguiente y con la "L" colgada en en cuello en eso de ser papás a la noche siguiente la despertamos y "HORRRRROOOOOOORRRR!!!!" pasamos una noche fatal. No quería cogerse al pecho y encima se cabreó por haberla despertado.
Se lo comenté al pediatra y me puso un ejemplo muy claro: "A ti te gustaría que te despertaran a media noche y te pusieran un entrecot con su guarnición delante de la cara y te lo hicieran comer todo a la fuerza?" A lo que le contesté con un NO rotundo. Creo que fue ahí cuando inconscientemente decidí (decidimos entre el bicho y yo) que si duerme es que está bien y que todos teníamos que descansar de la misma manera. Al llegar a casa pusimos la cuna Moisés en nuestra habitación al lado del bicho, ya que si se despertaba a media noche para comer, le era mucho más fácil a él cogerla y pasármela.
De ahí pensamos en cómo nos sentimos más a gusto, durmiendo seguros y sabiendo que hay alguien que nos cuida o solos y con miedo? La respuesta fue bien clara. No la acostumbramos a brazos, ni al colecho, primero por su seguridad y por su descanso y luego por nuestro "egoismo" por llamarlo de alguna manera. Además como ya expliqué en esta entrada fue ella la que eligió dormir así. Algún día hubo lloros, está claro, pero no duraron más de unos minutos ya que la peke sabía que estábamos con ella.
Yo no tengo twitter pero por si acaso alguna de vosotras se quiere unir os paso el vínculo, así que cuantos más seamos mejor! (#desmontandoaEstivill)
Y en facebook hay un evento/grupo al que os podeis unir: Día mundial del sueño feliz.
Como alguna de vosotras ya sabeis, he estado trabajando durante más de cuatro años en una escuela infantil en la que se aplicaba el método Estivill a los bebés, en el aula de las cunas. Se cerraba la puerta y se nos tenía más que prohibido entrar en la clase durante el tiempo de la siesta en el tiempo que lloraban, y que así se acostumbrarían a dormir solos. Yo estaba horrorizada en esta decisión, pero que vas a hacer si tu no eres la jefa... Y yo pasándome las normas por el mismísimo "arco del triunfo" entraba para ver que los bebés dormían bien. Lo más fuerte es que nos decían que al principio te molesta pero que luego te acostumbras a que lloren... Pero sí que había una persona que era la responsable en cada una de las otras clases. Es decir con los niños más mayores (1, 2 y 3 años), porque según ellas ya estaban acostumbrados a dormir.
Espero que mi entrada os ayude a aquellas mamás/papás que empezáis en esto de la maternidad o a aquellos que simplemente queréis ver otra opinión.
Felices sueños a tod@s
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