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jueves, 29 de mayo de 2014

Ups...


La gente cuando me conoce, la verdad no sé lo que piensa, pero tampoco es que me importe mucho, o si?

Hay personas que caen bien por naturaleza, porque son extrovertidas, simpáticas, amables, guapitas... Yo soy yo, simplemente. Con mis cosas buenas y otras no tan buenaza, que a unos gustarán más y a otros menos, pero soy auténticamente yo. Durante muchos años de mi vida, he sido lo que han querido que fuera. Me refiero a mis padres, que no que me dejaron ni escoger la carrera que quería estudiar. Empecé mis estudios de magisterio a regañadientes, ya que mi verdadera pasión es el arte, la expresión artística en todas sus vertientes. 

En un principio les dije que quería estudiar historia del arte o bellas artes en la universidad pública. Mi madre lo primero que me dijo fue: "¿Estás loca?, ¡¡¡Cómo vas a estudiar esto!!!" y mi padre, siempre mirando al futuro de lo que él quería que fuera añadió: "¿Has pensado en las salidas profesionales y laborales que tiene esto?". Me tiraron todas mis ilusiones al suelo y terminé entrando en la universidad privada estudiando magisterio de infantil.

Después de tres años estudiando allí, decidí dar un giro. No es que el sitio no me gustara, de hecho conservo a todas mis amigas y nos vemos para tomar cafetillos o merendolas. Pero giró porque el bicho y yo decidimos casarnos. A falta de cinco asignaturas y varias de las que tenía aprobadas eran con matrícula de honor, por mis cojones, dejé la carrera a medias, sólo por hacer lo que yo quería de mi vida y que los otros decidieran por mi. Aunque no sea profesora titulada, me siento profesora, que eso quede claro. Sólo son cinco asignaturas.

Llevaba trabajando desde los 16 años en una academia de repaso, como profesora y muchos de mis alumnos ahora son personas con carrera y ganan un pastón y cuando me ven por la calle me agradecen el tiempo que compartimos juntos. Pero para mi el dinero no lo es todo.

Ahora mismo estoy preparando los exámenes del técnico superior en educación infantil, que es el equivalente a magisterio, pero en la pública, y de la rama de formación profesional. Sólo me quedan cuatro asignaturas para tener el título, pero estoy de los nervios. Apretando las últimas tuercas para que todo salga bien. No por ser de formación profesional es más fácil que magisterio...

Realmente no estoy estudiando lo que siempre he querido, pero el haber empezado en esa rama, supongo que me devolvió a ella. El bicho siempre me dice: "Termima esto y luego haz lo que quieras. Pero en la sociedad en la que vivimos sin título no puedes ir a ninguna parte" Y tiene su parte de razón, pero pienso en lo que quiero y no es eso...

Últimamente siento que la gente me dice cómo tengo que hacer las cosas y ya me están tocando las pelotillas. Unos opinan que porqué me meto en las asociaciones de padres de mis hijos, otros el porqué estoy estudiando, otros el porqué no me pongo a trabajar, otros el porqué quiero montar una empresa, otros el porqué digo que el enano es muy movido... y no sigo por que me pongo enferma.  Pero nadie, absolutamente nadie me pide que es lo que realmente quiero. Supongo que sólo ven a una persona activa, metida en muchos embolaos. Pues señoras y señores lo hago porque me gusta, y punto!

Como he dicho antes: para mi el dinero y el tener un título no lo es todo. Prefiero poder estar estos primeros años de la vida de mis hijos, con ellos y para ellos. Si entre medias puedo hacer algo más pues lo hago. "El dinero no lo es todo, pero ayuda a mejorar", como me dice el bicho. Pero mientras pueda vivir haciendo mis apaños y equilibrios en la família, lo seguiré haciendo.

A lo mejor si que me importa lo que dice la gente... jijijijiji

P.S.: Por cierto desearme suerte para los exámenes que los tengo la semana que viene.

Besitos!

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