Hay cosas que tienen un valor económico, pero que no se pagan con dinero y me explico.
El bicho y yo nos casamos hace 12 años. Como estábamos más pelados que nada, y tampoco contábamos con la ayuda de nadie para podernos casar y hacer un fiestón, pedimos un préstamo al banco. Lo hemos estado pagando durante 10 años, que se dice pronto. Pero nuestro fin lo conseguimos, que era el de pasar el resto de nuestra vida juntos y ser lo último que viésemos cuando nos íbamos a dormir y lo primero por la mañana al despertar.
Suena muy ñoño, pero es así. Nos podemos enfadar, reñir, discutir... Pero lo que no podemos hacer es irnos a dormir sin decirnos a diario: "Buenas noches. Te quiero". Eso conlleva el haber hecho las paces de lo que haya pasado durante el día y empezar cada día de cero.
Al casarnos, y como iba diciendo, elegimos a un fotógrafo que nos hizo una fotos bastante impresentables, por no decir otra cosa. Pero como era profesional y dentro de los profesionales, era bastante económico, confiamos en él para que ese día quedara inmortalizado y muy chulo. Pero no fue así, basta que os cuente que el álbum lo teníamos tirado por ahí y no se lo enseñamos a nadie. Cuando alguien nos pedía ver las fotos, lo que hacíamos es enseñarle las que os habían hecho nuestros amigos y nada más.
Pues doce años más tarde, una de mis mejores amigas, confidente y hermana de corazón, nos ha hecho el mejor de los regalos. Ha estado durante dos años recopilando fotos, escaseando, photoshopeando, colocando... del día que nos casamos y nos ha regalado un álbum hoffman precioso.
Lo más importante no es el álbum en sí mismo, sino todo el cariño, el amor y la dulzura que le ha puesto en cada una de las páginas. En todas hay algún detalle que para nosotros significa algo. Incluso me pidió mi vestido de novia, zapatos, el traje que llevó el bicho, corbata... y se fue un día al sitio dónde nos hicieron las fotos del preenlace y le hizo una sesión de fotos, incluyendo hasta las invitaciones y anillos. Y en las dos últimas páginas ha puesto otro detallado: diez años después... y fotos con nuestros pekes. Un lujo exquisito.
Esto si que es algo que tiene un valor económico, pero que para nosotros no nos bastará todo el dinero del mundo para podérselo pagar.
El amor, sólo con amor se paga!
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