Llevo un par de días malos dándole vueltas a la cabeza y eso me jode mucho, ya que no dejo de pensar en cómo hacer esta entrada en el blog para que no suene mal...
Normalmente la gente que está a mi lado dice que soy optimista y muy realista con las cosas que hago. Pero esto me ha superado y supongo que escribirlo me aliviará un poco.
Os cuento lo que pasó el domingo. La peke había pasado un buen día. Estuvimos con los abuelos paternos todo el día y al volver a casa montamos la piscinita que tenemos en casa para que el bicho y la peke se metieran y así se refrescaran un poco. Además era el último día de las vacaciones del bicho y pretendía que disfrutaran uno del otro. Ahí empezó la movida...
En la piscina que llenamos con tres dedos de agua se metieron los dos y empezaron a mojarse, y en una de esas la peke cogió una regadera vacía y al grito de "paaataaapuuummm!!!" ya se la había incrustado al bicho en la cabeza, con la consecuencia de que el bicho salió de la piscina sin decirle nada a la peke, porque sino no sé que hubiera pasado. Yo mientras la iba diciendo que eso no se hace, que hace daño.
Entonces ocurrió lo de siempre, que se empieza a pegar ella misma o a morderse los dedos o el brazo... y entonces entra mi vena de educadora, que para algo he estudiado..., y le explico con voz suave y clara que eso no tiene que hacerlo porque se daña a ella misma. Que no se pega a nadie ni a sí mismo. Tampoco le puedes insistir mucho porque si no ya no te presta atención y se estira en el suelo a berrear y le dura un montón. Ese tipo de comportamientos yo me los paso por el arco del triunfo y ni caso, porque sino lo promueves como un acto de llamar la atención.
El bicho, con la cabeza llena de estrellitas como en los dibujos animados, accedió a darse una ducha con la peke y al terminar yo fui a buscarla para ponerle la crema, masajito, pijama y bajar a cenar. Pues allí me tocó a mí... estaba sentada en la cama con ella sobre mis piernas cuando derepente y sin explicación la peke me empieza a dar una bofetada en la cara y luego me coge del cuello tan fuerte que por un momento creía que me ahogaba.
Mi respuesta inmediada fue darle una bofetada en la cara, decirle que no se hace, meterla en la cuna, cerrar la persiana y la luz e irme a otra habitación. Enseguida me sentí muy mal. ¿Cómo explicar que no se pega si mi respuesta es una bofetada?¿Cómo hacerle entender que no se hace? Pues mi respuesta fue hacerle el vacío durante cinco minutos y no hacer ni caso de sus lloros ni gritos, hasta que ella sola se calmara... No sé si fue lo correcto pero es lo que en aquel momento se me ocurrió hacer.
Mi respuesta inmediada fue darle una bofetada en la cara, decirle que no se hace, meterla en la cuna, cerrar la persiana y la luz e irme a otra habitación. Enseguida me sentí muy mal. ¿Cómo explicar que no se pega si mi respuesta es una bofetada?¿Cómo hacerle entender que no se hace? Pues mi respuesta fue hacerle el vacío durante cinco minutos y no hacer ni caso de sus lloros ni gritos, hasta que ella sola se calmara... No sé si fue lo correcto pero es lo que en aquel momento se me ocurrió hacer.
¿Cómo lo haceis vosotras? Espero vuestras respuestas ya que estoy plooooffff...
A mi me pasa lo mismo que a ti. Yo también le digo que no se pega cuando le da por dar guantazos. Pero alguna vez le he pegado porque el me ha pegado, y mientras le regañaba le decia "no se pega". No se puede ser más incongruente. Además, por experiencia propia, pegar no me ha servido para nada, porque le da igual, pero aún así, cuando se me ha terminado la paciencia le he dado un cachete en el culete, sabiendo que no sirve para nada. Y me he sentido peor aún.
ResponderEliminarEso es exactamente lo que me pasa a mi. Es como si le dijeras mientras gritas que no se grita... Está fuera de lugar decir que no se pega pegando. Por eso me fui a la otra habitación y la dejé a solas "pensando" en su cuna, el único sitio, por cierto, que la podía dejar sin "peligro".
ResponderEliminarPero eso no hace que te sientas mal...
Es complicado que no se nos escapen formas de enseñar que hemos "vivido" en cuanto a cachetes, un día un alumno me dijo que los maestros enseñaban sin pegar no como en su casa, le daban cachetes y algún grito. No le pude contestar porque sabía que de vez en cuando es difícil no.hacerlo por pequeño que sea el toque y tampoco es la.misma situación. . .
ResponderEliminarA mi esto me ha pasado, y me pasa mucho, primero siempre intento ser paciente, decir, no se hace esto, o lo otro, o que no se grita, que no se pega....razono todo lo que puedo y más, pero mi peque últimamente está en una fase rebelde y a todo dice que no, y sin venir a cuento pega un bofetón o te insulta....
ResponderEliminarA mi, en momentos determinados, se me ha ido la mano directa a la boca cuando ha dicho algo feo, y también le he pegado un cachete. He llorado más que él por sentirme tan impotente y no haber elegido otro camino mas paciente pero es lo que hay.
No se si lo he hecho tremendamente mal o bien, y por supuesto tambien me he sentido culpable pero tampoco vamos a hacer un drama, tu haces lo mejor para tu hijo, a veces nos equivocamos, somos incongruentes, pero lo más importante esque nos preocupamos por nuestros hijos e intentamos hacerlo lo mejor posible.
Queremos que vayan por la vida de la mejor manera posible, dándole mucho apoyo, cariño, comprensión y disciplina, que hoy dia los padres quieren ser colegas de sus hijos y no se trata de eso.
No te sientas mal porque eres una madraza, intentaremos dialogar más y enseñarles de la mejor manera posible, es lo mejor que podemos hacer.
un abrazo enorme
Gominola:
ResponderEliminarTienes mucha razón en eso de que nosotros lo hemos vivido. El respeto que nosotros teníamos a los profesores no es el de ahora, si no todo lo contrario. Si riñes con causa, a un niño luego vienen sus padres a pedirte explicaciones. Pero a mi me pasó que una mamá me dijo: "si no te escucha o no te hace caso le pegas un cachete" Me quedé helada
Florci:
ResponderEliminarCómo te entiendo! Es que te sacan de tus casillas y a veces por mucho que intentes razonar dialogando, te miran con una cara que encima parece que se están riendo de ti... y más rabia da. Es que los "machacarías", pero creo que es mejor hacer el vacío hasta que se calmen que intentar que te escuchen en ese momento de rabia.
Me he encontrado en mi trabajo con muchos papás y mamás que van de coleguillas por el mundo con sus hijos, pero creo que puedes y debes ser su mejor confidente y amigo, pero cada uno en su sitio, que al fin y al cabo son nuestros hijos. No por eso somos mejores o peores padres.
Y gracias por lo de madraza me ha hecho aparecer una sonrisa en la boca! Es que hay manuales para todo pero con los niñso 2 y 2 nunca sin cuatro y lo que funciona con uno no funciona con el otro. A ver cómo de se da con dos en casa cuando bimbi llegue.
Besos y salu2!