Parece que ahora si. La peke está haciendo otro de sus pasos en su crecimiento y ha dejado el chupete. En esta entrada había puesto lo que parecía un principio de dejarlo, pero no fue así.
Ha sido mucho más fácil de lo que parecía. Nos fuimos a cenar a un restaurante y a la salida del mismo le dieron un caramelo de fresa. Llevaba el chupete puesto en la boca y por la hora que era y la cantidad de cosas que había comido, le dije que eligiera entre el chupete y el caramelo, con lo que eligió el caramelo y me sorprendió.
Como habíamos ido con amigos, uno de ellos la llevaba en brazos y le dio el chupete a él. Le dijimos que si se lo dábamos a él no lo volvería a tener, ya que conocía a una niña más pequeña que no tenía chupete y se lo daría.
La peke muy contenta se lo dió y se quedó con el caramelo de fresa. Al llegar a casa y meterla en la cama me pidió el chupete y le recordé la historia, teniendo pensado en no dárselo bajo ningún concepto y que nos esperaba una noche toledana. Pues se durmió muy tranquila y me dijo que claro la niña era más pequeña y no tenía chupete y no me lo pidió más.
Sniff, sniff ¡Qué mayor te vuelves peke!
¡Te quiero!
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