Pages - Menu

martes, 9 de abril de 2013

La Pascua en el McDonals

Ayer lo estaba recordando con mis amigas inseparables, mis hermanas...

El día de Pascua, normalmente comíamos cada año en casa de mis padres, pero como mi madre está enfermita, pues decidimos entre todos ir a comer a un restaurante del Portitxol de Palma, que se llama Portitxol Corner.

Llegamos un poco tarde al restaurante y nada más entrar me embistió como un toro del encierro de San Fermín, la que parecía ser la dueña del local, preguntándome con una voz bastante autoritaria si teníamos reserva. Le contesté que sí y me dijo que habíamos llegado tarde. Imaginad: mi madre que casi no puede andar, mi padre, al que ya se le notan las canas, el bicho con la peke en brazos y yo con el cochecito con el enano, nada, una familia de jóvenes que se mueven con soltura y sin "cargas" familiares que tienen todo el tiempo del mundo y que sus horarios los rigen ellos (por si no lo habéis notado esto último es en tono sarcástico total...)

No sentamos en la mesa y como todos los astros este día estaban alineados para que las cosas no fueran bien, pues la mesa que nos habían reservado estaba en la terraza, sin sombrilla ni parasol que valga, con un Solano que pegaba que partía las piedras. Pero no nos quejamos ya que era la única mesa libre y la dueña parecía un bulldog. 

Mi hermana a todo eso y haciendo gala de su falta de puntualidad, no aparecía ni ella, ni su marido ni los niños. Tres cuartos de hora después me envió un whatsapp diciendo que con el cambio de horario no se habían dado cuenta de la hora que era y que ahora iban. A todo esto habíamos pedido unas bebidas que llegaron media hora larga tarde. Para dos ensaladas diferentes y un plato de croquetas esperamos ¡Una hora!. En el restaurante había unas diez o doce mesas y tres camareros... Y en la comida, oh! Sorpresa! aliño con aceite de nuez y yo soy alérgica a los frutos secos, y eso no estaba puesto en la carta, y en la otra ensalada de tomate y mozzarella había dos pelos! Las croquetas pasables, aunque no quitaban el hipo. 

Todo esto lo habíamos pedido con la intención de que se hiciera una paella mientras comíamos y el tiempo de espera fuera más corto. Juas, juas! Nada, que esperamos en total casi dos horas para que nos hicieran la dichosa paella, que cuando la sacaron para servir estaba mal y nos dijeron que en diez minutos nos hacían otra a lo que le contestamos que no hacía falta que la hicieran, que nos íbamos. 

La que parecía la dueña del local nos contestó con voz bastante impertinente por no decir desagradable, que como habíamos llegado tarde no podían servir la comida antes y sin rechistar le dije que casi dos horas para hacer una paella... a lo que volvió a contestar que había mucha gente y que no podían hacer nada.

Pensé que en un día de pascua y teniendo que reservar para ir, haciendo una previsión de gente y de camareros no pueden decirte que has llegado tarde y que hay mucha gente cuando tienes un negocio de cara al público y quieres mantenerlo con los tiempos que corren. Salí tan indignada del servicio y que encima nos cobraran casi 50 euros por dos ensaladas, un plato de croquetas tres martinis y un agua...

Al final terminamos el día de pascua en casa de mis padres con McDonalds para todos y los pekes corriendo por la terraza más felices que nadie. Ah! Eso si, con huevos de pascua para todos, unos más grandes que los otros... jajajajaaaa

No hay comentarios:

Publicar un comentario