El día ha amanecido tapadote. Esta madrugada sobre las 3 ha llovido un montón y como no, yo he estado vigilando que las gotas de lluvia cayeran donde tocaban (modo desvelada y sin poder dormir on).
La peke se ha despertado y nos ha despertado a todos sobre las 8 de la mañana. Así que ya no me basta despertarme a diario sobre las 5:30 de la madrugada, que encima el fin de semana tampoco puedo dormir... buaaaahhhhhh!!!!
Además me he despertado con un catarro de estos molestos, con mocos y dolor de garganta... todo un cuadro!
Entre todos hemos decidido ir a uno de los mercados del domingo en el pueblo de Santa María. La excusa para sacar a los pekes de casa ha sido que íbamos a ver a los animalitos. Una vez llegados allí nos ha costado un mogollón encontrar sitio para el coche y haciendo de bruja Lola, al fin hemos conseguido un sitio jijijijijiiiiii
Mientras íbamos paseando nos hemos encontrado con unos amigos, su hija y la madre de uno de ellos. Cotorreando con ellos, han salido de un portal una amiga mía de la infancia y su familia. Me he alegrado un mogollón de verla y conocer a sus pequeños.
Hablábamos con ellos cuando otro amigo de estudios ha aparecido. También me he alegrado de verlo y aunque mi abrazo ha sido muy efusivo por la cantidad de años que no nos veíamos, su respuesta ha sido más bien fría...
Y con la segunda amiga que nos hemos encontrado ha salido el tema de los pekes. Los hijos que ella tiene se llevan 19 meses y los nuestros 24. Hemos coincidido que el tenerlos juntos hace que salgas a la vez de pañales, biberones, llantos nocturnos... Que cuántos más años se llevan, más pereza da volver a empezar con todo.
El hijo mayor de ellos es un tratillo, pegón y lleva a los padres de cabeza. El segundo, rebote de 5 meses, les ha salido muy bueno, dormilón y comilón. Me comentaba que este mes ha empezado a ir a la escuela infantil y que por fin puede tener 3 horitas para estar con el pequeño, ir a comprar o limpiar la casa. Yo me he acordado de cuándo para hacer algo no me quedaba otra que hacer de tripas corazón y llevármelos a comprar conmigo y la odisea que era.
Con los años pasados se ven las cosas muy diferentes. Ahora con la peke a punto de hacer 6 años y el enano los 4, disfruto haciendo la lista de la compra con ellos y que en el súper busquen las cosas. Además cuando llegamos a casa me ayudan a vaciar la compra del coche y a poner las cosas en su sitio (a las que les interesan a ellos jijijijiiiii).
Bueno otro domingo más en la vida de ser mami a full time!
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