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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Quince días y dos años

Bimbi ya tiene quince días y no se parece mucho al bebito recién nacido. Ha cambiado la forma de la cara, está un poco más despierto durante el día y empieza a reconocer alguna voz, como la de la peke y la del bicho, a parte de la mía. Cuando este lunes fuimos a la revisión de los quince días con el Dr. Jorge Muñoz: nos dijo que tenía muy buen color, tono muscular correcto, nada de mocos en los pulmones y lo más fuerte, ha engordado 270 grs y ha crecido 2 cm en dos semanas, a lo que le contesté que tengo un súper power en la leche, juas!

Durante estos días ha hecho al principio altos y bajos por las noches. Me explico. La primera noche durmió más o menos bien y la segunda fue un horror... Empezó a llorar sobre las nueve de la noche y no paró hasta las seis de la madrugada, uff!!! Luego alternó dos días haciendo lo mismo y después parece que hizo ¡click! y ha pasado a dormir muy bien durante la noche y sólo se despierta una vez, come, cambio de pañal y a seguir durmiendo hasta las nueve o más. La verdad es que no somos conscientes de la suerte que tenemos. En general es muy tranquilo y se porta muy bien, pero cuando tiene hambre... ¡no tiene amigos!

El sábado pasado la peke empezó a decirle ¡bimbi guapo! y desde entonces se lo va diciendo muy a menudo y le da muchos besitos y abrazos. Todo el tiempo lo quiere tener encima y cuando lo tiene se emociona y le coge como si fuera un muñeco jajajaaa...

El mismo día celebramos el segundo cumple de la peke en un chiquipark con sus amigos de la escuela infantil, primitos y amigos. Se lo pasó en grande saltando en la cama elástica, jugando por los túneles y el tobogán, pero sobretodo compartiendo este momento con sus amiguitos y siendo el centro de atención de todas las miradas. Cuando le cantábamos cumpleaños feliz, ella estaba sentada en un trono de princesa con una corona en la cabeza y más contenta que unas pascuas. Además no se movió en todo el rato ya que veía que todo era en torno a ella y parecía que saboreaba el momento como si fuera un caramelo. 

Además tuvo la gran suerte de que dos "titas" suyas le hicieron un regalo muy especial. ¡Dos tartas! Una de bizcocho con fondant de Kitty encima y "kit-kat" por los lados y otra una tarta de chuches. ¡Gracias a las dos!




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