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viernes, 11 de enero de 2013

Cuento hasta 10, ¡noooo...! ¡HASTA 100!

Ayer se presentaba una tarde de lo más divertida para la peke, dar un paseo, ir al parque un ratito, comprar unos peces para la nueva pecera e ir a ver a los abuelos. Esperar allí al bicho y volver a casa para bañito, cenar y dormir.

¡¡¡PUES NOOOOOO!!!

Ayer fue una tarde de mierda, dicho mal y rápido. Fui a buscar a la peke a la escuela infantil y me la encontré el medio del pasillo, a medio vestir y sin zapatos. Bueno, nada que la cogí, me la llevé al cambiador la vestí y me la llevé al coche. La monté a ella primero y luego a su hermano, ya que si te despistas un momento la puedes encontrar en medio de la calle y sin mirar si vienen coches.

De camino a Palma le iba dando galletas Tuc y le contaba que nos íbamos a comprar dos peces nuevos para su pecera. Ahora tenemos dos que se llaman Coca-Cao (jajajaaa XP) y le encanta mirarlos. Por el camino de bajada se quitó los zapatos, cosa que parecía que había superado, pues no! Le dije: "cariño los zapatos no se quitan, porque cogemos frío y nos resfriamos". Su respuesta fue un grito descomunal que, despertó a bimbi y a mi me dio un susto que por poco nos salimos de la carretera. 

Entonces le dije: "no chilles en el coche que asustas y podemos tener un accidente" Y su respuesta fue ponerse a gritar como una posesa y a llorar como si le hubieran hecho daño, algo fuera de lo normal. Mi reacción fue, no hacerle caso porque si no iría a más. Al cabo de nada me la veo por el retrovisor que, aun llorando como una descosida, se quita los calcetines. A lo que le dije que eso no se hace porque tendrá los pies fríos y se tendrá que tomar jarabe y dalsy (cosa que odia, como todos los niños más o menos) y su reacción fue aun peor más gritos y más llantos, con las manos en la boca y lágrimas y babas todo mezclado, un cuadro. Tiró la galleta que se estaba comiendo al suelo del coche de rábia que tenía y empezó a chillar mientras lloraba (sa galetaaaaa, "la galletaaaaa").

Chillido va chillido viene, y los dos llorando uno porque le habían despertado y la otra aun no sé el porqué de esa reacción, llegamos a Magatzem verd y bimbi se había hecho una caca. Supongo que se había cagado del susto. Mientras le cambiaba la peke seguía gritando, y mientras le decía que no lo hiciera. Mientras iba contanto hasta 10 para no pegarle un grito, ya que si le dices gritando a un niño que no se grita, no tiene mucha cogruencia, no?

Hasta que no puede más y le dije: Calla! un poco más fuerte de lo normal. Me até a bimbi en el pañuelo porta-bebés y me fui hacia su puerta, para bajarla a ella y pedirle qué le pasaba. Cuando fui a coger los zapatos y calcetines del suelo del coche, me pegó un sopapo en la cara que me hizo saltar las gafas al suelo. En décimas de segundo pensé en no arrearle otro a ella, por la misma razón, decir que no se pega mientras tu le pegas, aunque sea un cachete que no duele. Conté hasta 100 y mi reacción fue que por su mal comportamiento no íbamos a comprar los peces y que a casa de los abuelos subiría descalza.

Me desaté a Bimbi, lo puse en la maxi-cosi y a la peke le dije que se callara de una vez, y esta vez con un tono de voz más fuerte y ya con poca calma. Al llegar al garaje de mis padres, la dejé bajar a lo último y la hice caminar descalza. Al entrar a su casa les dije: "mirad los pies de la peke" y la reacción de mi madre fue: "pobrecita, se va a costipar" y le contesté "pues ya le daré jarabe!" Les conté lo que había pasado y la niña seguía llorando. Yo con los nervios a tope me senté y respiré profundo, mientras mi madre hablaba con ella y le dijo que a la mamá no hay que pegarle y a nadie. Le puso los calcetines y los zapatos. Y le dijo que me pidiera perdón y me diera un beso. Que no le iba a dar sugus (que le encantan), ni vería dibujos, porque se había portado muy mal.

¿Qué coño le debió pasar por la cabeza?, ¿qué le pasaba?. Aun hoy lo estoy pensando y no encuentro solución. Pero al final llego a la conclusión que no sirvió para nada todo lo que hicimos, ya que al cabo de un rato volvía a quitarse los zapatos y los calcetines, ¡manda cojones!

Me sentí una mierda, un asco, apisoteada y con un dolor de espalda que ni os cuento la tensión que llegué a acumular. Los labios ardiendo y con el corazón encogido. Aunque no tenga la culpa yo de su comportamiento me sentí muy mal. Y mira lo que son las cosas, justo en el preciso momento en que pensé esto, me entra un whatzz de una muy buena amiga pidiéndome cosas de niños y diciéndome que "no conoce a nadie que razone tanto cada detalle de lo que hace con su nano". ¡Gracias!

¿Qué hubierais hecho?


4 comentarios:

  1. compi, no quisiera estresarte más pero tal como la viste en la escoleta parece ser que mantuvo su linea poco normal en su comportamiento, qué pasó en la escoleta?

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  2. Mami, a pesar de razonar las cosas como nadie, hay momentos en que no está en tu mano el controlar las situaciones.
    Supongo que con los crios es como con las parejas, que es cosa de dos que funcione, y aunque el adulto es el que tiene cabeza también están los sentimientos del peke que cuesta entender.
    Creo también que el berrinche/problema podría venir de la escoleta, de algo que le pasó ahi, y que luego volcó en ti...

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    Respuestas
    1. Después de unos días dándole vueltas he llegado a la conclusión de que es su manera de mostrar celos hacia su hermano. A él le quiere con locura y nos muestra su carácter a nosotros, papá y mamá, para hacerse notar.

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