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jueves, 15 de mayo de 2014

Toc, toc!!! ¿Hay alguien por aquí?

Dos semanas de reflexión. "Carpe diem" "Vive el momento"

Hace una semana falleció un niño de 7 años en el colegio de la peke. No tenía ninguna enfermedad, estaba sano, y hace una semana lo veíamos corriendo por las calles de nuestro pueblo, haciendo carreras con su hermano y con sus amigos. Poniéndose la ropa de su padre y haciendo bromas con su família, con el cambio de ropa de los armarios.

Un infarto cerebral se lo llevó. Pero su padre nos dijo unas cuantas cosas que creo que siempre me quedarán grabadas en la mente para siempre. Él vive en cinco niños ahora. Han donado sus córneas y un niño ve por sus ojos, sus válvulas cardíacas, sus riñones y su hígado también están el los cuerpecitos de otros niños. Su madre sin apenas poder articular palabra, nos agradeció nuestro apoyo y nos dijo que tienen un angelito que los cuida desde el cielo. Que es por él por el que pueden levantarse cada día, porque el pequeño les ofrece su sonrisa inconsumible.

"Seguimos navegando por el mismo mar, pero con diferente barco"

Hace tres días falleció el hermano de una gran y siempre amiga mía. Nos conocimos en la universidad y desde el año 1998 en el que empezamos, hemos tenido nuestros encuentros, momentos en los que nos veíamos cada día y otros en los que no nos hemos visto tanto, pero que aunque el tiempo haya pasado siempre hemos mantenido el contacto. Su hermano falleció de forma inesperada, víctima de un accidente de tráfico del que no tuvo la culpa. 

Simplemente salía de trabajar de madrugada, y la muerte se cruzó en su camino, dejado a una esposa y a dos niños de 5 y 9 años sin su presencia, sus padres sin un hijo y sus hermanos sin su calor. 

El otro día alguien muy cercano, me contaba que si le damos la vuelta a la tortilla y vemos que su vida ha terminado porque ya han hecho todo lo que tenían que hacer en esta vida, el dolor es más llevadero. Pero las heridas profundas en el corazón son muy difíciles de cicatrizar, y siempre dejan huella. Cuesta asumir que el camino de una vida sólo dura 7 o 43 años. Cuesta mucho tragar de esta bebida tan amarga y encima poner buena cara.

La pérdida de un ser querido ya es muy dolorosa. Pero si además es de golpe y se trata de un hijo... No tiene consuelo. Son pocas las palabras que puedes decir para consolar a los padres, hermanos y familiares en general. Son pocos los huecos que puedes rellenar en sus corazones, cuando tienen un agujero tan grande que sólo se llena de lágrimas.

Pero una cosa sí que me ha enseñado estos días es que desgraciadamente la muerte nos une a todos. Se dejan de lado las gilipolleces, las tonterías, los pensamientos dispares y que tantos dolores de cabeza y malos rollos y discusiones absurdas nos trae. Entonamos todos la misma canción, unimos nuestros corazones y nos hacemos fuertes poco a poco.

Son tantas las cosas que tenemos que aprender, son tantas las personas hermosas que tenemos a nuestro alrededor, son tantas las cosas de las que sentirnos agradecidos, que es imposible vivir la vida sin querer, sin sentir y sin amar. Aprovechar cada día, cada minuto y cada segundo que pasáis con los vuestros, porque nunca sabemos lo que pasará mañana.




martes, 16 de abril de 2013

Las piernas cortas...

... de las mentiras.

Odio las mentiras y sobretodo que me mientan. Pero cosas de la vida, uno de los mis mejores amigos es un mentiroso compulsivo y me repatea los higadillos. 

Nos conocemos desde que teníamos unos 15 años y 20 años después nos sigue mintiendo. Durante todos estos años nos ha ido soltando barbaridades como que tenía Sida, luego que se había comprado un piso que nos alquilaría gratis a mi marido y a mi cuando nos casamos, que se había comprado un coche, ... Todo cosas materiales, para aparentar o cosas físicas suyas para ser el centro de atención en el grupo de amigos. Pero esta última ha sido como una bola de nieve que cada vez se hacía más grande y que no sabía cómo salirse de ella.

Nos dijo hacía un tiempo que se había comprado un piso, después de haber roto con su pareja, ya que no quería volver a casa de sus padres. Esta vez lo dijo tan convencido y tan seguro que al principio todos pensamos que era verdad, e incluso nos dio la dirección excata, calle, número y piso, pero una semana por una cosa la siguiente por otra, no llegamos a coincidir. Siempre tenía una excusa y durante el último mes y medio cada viernes quedábamos para ir y nunca podía ser.

Pero creo que el el fondo nuestros amigos y nosotros mismos queríamos creer que era verdad, aunque percibíamos que era mentira. Hasta que llegó el viernes pasado y... oh! sorpresa nos dice que no nos lo puede enseñar porque se tiene que ir a no sé dónde porque el caballo se su primo se había muerto... Entonces ya estallaron todas las alarmas y con un grupo de whatzapp nos pusimos todos los amigos a comentar la jugada, y decidimos que lo mejor era hablar en persona con él.

Mientras escribía los whatzapp, recibí una llamada suya en la que me aseguró que no era mentira y que nos demostraría que era verdad que tenía el piso y que se había muerto el caballo. A lo que le contesté que quería y deseaba que fuera verdad, que lo más fácil para mi era llamar a sus padres para prenguntarles por el piso, pero quería que fuera él el que dijera la verdad. Al cabo de poco puso un whatz diciendo que todo era mentira y que quería hablar con nosotros.

Todos muchas o pocas veces hemos dicho una mentira piadosa, de seas que nadie más sabe y sin involucrar a nadie, como cuando mi madre me hace un pastel incomible y le digo que está bueno o que no me he tirado un pedo cuando este huele que apesta jajajajaaa...

Creo que le perdono porque las mentiras no nos afectan en algo importante de nuestras vidas y porque siendo cristiana creo en el perdón y en dar más oportunidades, pero como le dije cuando hablamos y pusimos las cosas claras: esta vez estoy en tu mismo barco y remaremos juntos, pero a la próxima me tiro por la borda y te quedas navegando solo, sin rumbo ni compañía. Ahora no es solo por nosotros, sino por nuestros hijos. No quiero tener ese ejemplo de las mentiras a su lado.

Se ha propuesto ir a un psicólogo que le ayude a controlarse y con nuestra ayuda empezar un nuevo camino, dejando atrás todo lo pasado.

A ver si es VERDAD!